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La Momia Vestida de Seda

Publicado: 2009-06-10

Acabo de leer el blog de Rafo León y me encuentro con un post que la verdad me ha chocado, sabía de las fechorías de los curas católicos, pero leer este testimonio me causa repudio, a continuación comparto con ustedes el artículo:

http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3123&BlogsAction=PL&Code=1

 

La Momia Vestida de Seda

Mire, navegante, la foto que sigue a este post. Esa especie de momia envuelta en satén rojo con sonrisa de peinadora, no está posando en ninguna fiesta gay del Hotel Bolívar ni es ninguna performer contra la discriminación sexual. Se trata ni más ni menos que del cardenal Antonio Cañizares, purpurado Arzobispo de Toledo, Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y cabeza de decenas de cargos más, todos bien sonoros y todos bien otorgados, gracias a sus méritos, por el mismísimo don Benedicto, el mismo de las ojeras de mapache y las infalibles metidas de pata con todo y zapatilla de terciopelo rosa. Si el navegante hace memoria, hace no más de un mes se develó en Irlanda un tremendo caso guardado por la cultura del secreto que el Vaticano ya no ha podido cultivar más: veinticinco mil casos de abuso sexual contra menores por parte de curas, hermanos y personal cercano a estos, en colegios católicos del país. ¿No que esto de la pedofilia y los curas era un “problema norteamericano”, Wotjila y que descanses en paz?. Muy bien, una de las buenas cosas de la híper modernidad es que estas aficiones eclesiásticas ya no se pueden callar. Claro, tampoco se puede callar a la cardenala Cañizares, como cuando al día siguiente del destape, bien envuelta en la capa roja y sin una gota de sangre en la cara, salió a los medios con esta perla africana: “No es tan importante lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios como las vidas destruidas por el aborto”. Es decir, mejor se malograba. No voy a desatar una jeremiada sobre las palabras de la arzobispa toledana, simplemente –ayudado por el trabajo de un magnífico blog español (http://granogrueso.blogspot.com/)- contrasto a Cañizares con el testimonio de Mick Waters, uno de los irlandeses que impulsó la denuncia. Waters, hijo de la Irlanda pobrísima de mediados del siglo XX, hijo de una familia pobrísima en todo y también en calidad de religión, fue internado en un colegio para niños miserables en Artane y recontra violado, por años, como muchos de sus compañeros: “Nunca hablabas con los demás de lo que te pasaba. Tenías miedo de que viniera el hermano y tú fueras el siguiente. Una vez se lo mencioné a un sacerdote muy joven que estaba en su primer destino. Se quedó sorprendido y en su inocencia les preguntó qué pasaba. Le trasladaron y ese día me pegaron hasta dejarme inconsciente. Estuve seis semanas en el hospital. Nunca te veían como a un niño pequeño. Te enfrentabas a todo tipo de castigos corporales. Te golpeaban en las manos o en el trasero, te retorcían el cuello, había todo tipo de castigos. Te pegaban con cualquier cosa. Aquellos enormes dormitorios con 250 niños tenían una habitación de castigo y se oían los gritos de los niños llorando de horror y dolor. Los gritos se extendían por todo el dormitorio y eran otra forma de meternos el miedo en el cuerpo. Y abusaban sexualmente de los niños, les degradaban sexualmente delante de los otros niños. De mí también abusaron sexualmente. Oh, sí. Yo era una persona fuerte. Aún lo soy. Y a la gente con carácter siempre la llevaban a la habitación de castigo y ahí dos o tres hermanos hacían lo que querían contigo, para satisfacer sus costumbres más sucias. Cuando eres un niño no comprendes los abusos sexuales. No sabes lo que es el sexo. Pero en el fondo del corazón sabías que era algo malo. Hay cosas que no comprendes pero sabes que son algo terrible. Muchos niños estaban como muertos. En realidad nunca tuvieron vida. Fueron, fuimos todos, destruidos allí. Sin nadie que les cuidara, que les enseñara qué hacer, cómo coger un autobús, pagar un alquiler o preparar la comida. Cómo vivir”. Waters tiene hoy más de sesenta años y se dedica a la pedagogía, quizás con la idea –utópica, imposible- de reparar en algo lo que a él le hicieron. En su vida ocurrieron muchas cosas desde que salió de ese infierno de colegio en Artane: “Me casé joven. Pero no podía explicarle a mi esposa lo que me había ocurrido. Simplemente no podía. Lo intenté muchas veces, pero tenía miedo de que me dejara. Con el paso del tiempo se lo acabé explicando. Y ella me dijo: ‘Sabía que había algo, lo sabía, pero no podía preguntártelo; tenía que esperar a que tú me lo dijeras a mí’. Y todo salió bien”. A ver, Antonia Cañizares, ventílate bien el rostro con el bies de tu capa roja, toma aire, sácate los ruleros y dime, si tienes un pedazo de corazón entre las tetillas, dime si realmente estás seguro de lo que has declarado, o mejor, si cuando lo decías, recordabas que en 1970, en la ceremonia en la que te consagraste como cura, juraste en nombre de un justo personaje que se llamó Cristo.


Escrito por

robertofelipe

Contador Público de profesión Escritor por amor


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