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Alborada, Garu, Pata Amarilla, tanta nostalgia Huanuqueña

Publicado: 2009-03-07

La nostalgia que me invade al escuchar la música de los añorados grupos huanuqueños, me transporta a recuerdos de aquellas vivencias transcurridas allá en esa ciudad de calles angostas y gente amable.

Escuchar a aquel grupo de muchos años atrás, como Alborada, del cual a alguno de sus integrantes conocí, me traen recuerdos de mi paso por la iglesia, mi gran amor, o de una que otra palomillada, escribir sobre este grupo me crea un sentimiento de frustración, frustración por que hubiera querido saber de música tanto como ellos y frustración por que Alborada no duró mucho, siempre recuerdo su último concierto para un aniversario de Huánuco, fue increíble, un grupo musical de primer nivel, tocaban las canciones de su último disco y claro su gran éxito “Niña”, nada que envidiarle a cualquier grupo peruano, quien iba a pensar que sería su último concierto, una pena, pero me quedan como consuelo sus bellas canciones las que nos acompañan hasta hoy, las composiciones de Isaías Vargas, más conocido como Ruco, son de gran inspiración, es increíble que un compositor como él no haya llegado tan lejos, pero en ocasiones la falta de apoyo y las indecisiones truncan a los artistas (soy uno de esos indecisos), también recuerdo la voz de mi amigo José Espinoza, tocado por los dioses para cantar de esa manera, o el gran Dilmer Mallqui el gran Chayto, quien se ocupaba de la percusión además de ponerle la chispa al grupo, un gran tipo. Me contaba Chayto en una última conversación que tuvimos en mi casa por mi cumpleaños, con guitarra en mano y heladas al alcance, que a todos los integrantes del grupo les quedaba la nostalgia que la primera voz en ese entonces, otro genio como Mito Ramos, no pudiera grabar con ellos su disco de despedida, por asuntos personales, las cuales también terminaron ahogando al grupo para su desintegración final, ya cada uno tenía otros planes, pues lamentablemente en este país anticultural y nada artístico, no todos pueden vivir de la música o el arte, al gobierno le importa poco este aspecto tan trascendente para la sociedad, en fin. - Fue una gran etapa, sobre todo por que hacíamos lo que queríamos, música – me dice Chayto, con brillo y añoranzas en los ojos. A los demás integrantes del grupo no los conocí personalmente, pero va mi admiración y recuerdos para ellos.

“Vuelve ya” o “Acuérdate de mi”, evocan amores perdidos, esos que todos tuvimos alguna ves, grandes canciones del grupo Garu, quienes me acompañan con su música todas las mañanas, acuérdate de mi me llena de ánimos y fuerzas, por ser una saya muy pegajosa y alegre a la vez, no conozco personalmente a sus integrantes, pero eso no es impedimento para reconocer su calidad y el gusto que tengo por sus temas, aunque a Omar Magino lo conozco, gracias a mi paso fugaz por la escuela de música Daniel Alomía Robles, él un maestro con la guitarra, me enseño una que otra tonada en tan bello instrumento, pero dudo que me recuerde.

Pero como no hablar de Pata Amarilla, el más reconocido fuera de nuestro Huánuco, ese grupo que se ha paseado por todo el Perú, de ellos conozco a Mito, desde su paso por Alborada y Garu, un genio, una gran persona (le debo una invitación imperdonable), un amante de Huánuco, vi una última entrevista que le hicieron, “Simplemente Mito”, también tengo su libro y pronto lo comentaré. Al famoso pelo, Sergio D'Ambrosio no lo conozco personalmente, pero su trayectoria artística es reconocida, compositor y cantante, un artista completo, una pena la desintegración de este grupo, aumenta la nostalgia.

Los escuché tocar junto a mi esposa en Tocache, no saben lo que es escucharlos fuera de nuestra tierra, las lágrimas me desbordaban al escuchar “Alpaquitay”, quería gritarle a todos que ellos son mis paisanos, que así somos lo huanuqueños, simpáticos y sensibles, bellos recuerdos.

Esta pequeña remembranza con nostalgia de estos músicos huanuqueños, su música me ha acompañado durante gran parte de mi vida, más aun cuando me encuentro lejos de aquel lugar donde el viento a las cinco de la tarde despeina tu cabello y te recuerda que esa caricia no la recibirás en otro lugar que no se llame Huánuco, aquel lugar de ensueño donde de niño solía correr, de adolescente y joven soñar y ya de adulto amar.


Escrito por

robertofelipe

Contador Público de profesión Escritor por amor


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robertofelipe

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